enero 31, 2005

no le digas nunca que estoy

a alfonsina el muy maldito la engañó
el hombre como todo hombre decía que amaba y que quería
y sus abrazos eran tan fuertes que asfixiaban con compasión, sin compasión
se arrodillaba al costado de la muerta de amor para decirle bajito en el oído "siempre voy a estar contigo" y "te quiero demasiado"
luego se levantaba y se marchaba mientras se limpiaba la tierra pegada en la tela de esos pantalones que usaba para montar caballos.
pero alfonsina no se moría ni tampoco se desmayaba,
alfonsina amaba
amaba como solo puede amar una poeta que piensa que el amor puede redimirlo todo,
amaba de cabo a rabo y sin explicaciones razonables ni lógicas mecánicas
amaba alfonsina como no debía amar y su error más grande fue pensar que al no morir asfixiada estaba salvada.
error
error
error
por eso
cuando el muy maldito la dejó
no encontró abrazo más razonable que los latigazos de la playa de la perla
y mientras moría cojudamente pensaba que la sal estancada en sus pulmones era exactamente igual a la sal de sus lágrimas cada vez que ese huevón que era su amor la abrazaba y le susurraba que la amaba.


la embarró brit° -

1 ATTAAAAAAAAAACKES:

Blogger eme entró y dijo...

y
si
llama
él
le
diré
que
hope
no
vuelve

2:13 a. m.  

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